D.F. día 21

30/04/2010

No todo podía ser relax. Podría ser como hoy.
Hemos ido a Xochimilco, enclave Patrimonio de la Humanidad, por un sistema de canales y sistemas de cultivo prehipánicos...en fin todo muy prometedor.
Después de 14 paradas de metro y 17 de tren ligero –en las que hemos podido disfrutar de la presencia de una señora que musitaba algo, lucía un bozo que ya me gustaría tener hoy en día como bigote y vestía una camiseta rosa con la leyenda: "Yo soy una elegida de Dios"– hemos arribado a Xochimilco. Caos.
La gente te ve pinta de guiri y te indica que sigas una dirección que te lleva a los embarcaderos, los cuales uno cree que podrá visitar tranquilamente sin que se aproximen los "relaciones públicas" ofreciéndote ser guía buscarte un barquero...etc. Algo, que posiblemente sea una de las cosas que más me molesta en este mundo. Bueno, eso y que las actrices españolas jóvenes hablen como si estuvieran haciendo el voice-over de un anuncio de compresas.
Lugares turísticos.
En fin, que hemos intentado volver al tren ligero dándonos un garbeo visitando el lugar, pero justamente era el Día del Niño (Jesús) –no sé por qué se celebra en abril– con lo cual la afluencia de gente y mercaderes con las más variopintas y coloridas mercancías.
Al menos hemos podido llegar al tren, con casi un ataque de ansiedad pues la situación era parecida a la del anuncio de un perfume masculino en el que la protagonista paseaba por la Kasbah y se ve envuelta en un tumulto...

s.i.c.p.