Beauty Saloon

01/05/2010

No es que me haya equivocado, es Saloon, como los del oeste por la pinta de algunos individuos: me estoy refiriendo al Metro.

Aquí, bueno, en sus vagones la gente decide darse estos últimos retoques a su máscara antes de enfrentarse a la cruda realidad.
Las hay que se dan rimmel manejando con sólo dos manos, un espejito, el tubo del rimmel, su pincel y además el curvador de pestañas. Todo un prodigio de psicomotricidad.
Los hay que, sin nigún reparo, emplean el cortauñas para hacerse la manicura. Agrediendo a todo el respetable con las yescas que rebotan entre los indefensos viajeros.
También los hay que aprovechan y se depilan en público. Se perfilan las cejas, el bigote, la barba y las patillas. Luego se igualan el tono con unos polvos rosados empleando una cajita y su correspondiente almohadilla...y nada de tierras del Nilo. No, estos polvos son de color pálido. Todo este ceremonial lo llevan a cabo algunos atildados jóvenes en el vagón del metro ante el estupor mal disimulado del resto de los viajeros que no pueden salir de su asombro ni del vagón, algo que parecen desear por sus caras.

Ah, el cartelito es para los invidentes que no sé cómo podrán emplearlo en hora punta, pues el metro es como en Tokyo pero sin encargados de empujar, ahí lo hace el público sin ningún tipo de reparo en suplantar la función de otro.

s.i.c.p.