D.F. día 35

15/05/2010

Hoy día de San Isidro no he visto ninguna celebración piadosa. Este santo aquí no debe tener demasiado predicamente, especialmente si lo comparamos a los omnipresentes San Juadas Tadeo y Nuestra Señora de Guadalupe, auténticas superestrellas del mundo del altar.

Esta mañana como consecuencia de und escuido terrible, me he visto en pleno centro de la ciudad, cuyas calles están repletas de las más variadas tiendas, locales y puestos callejeros (valga la redundancia) agobiado por la cantidad de gente. Era como -supongo que será, pues nunca he estado- Tokio pero sin que la gentee estuviera tan pálida. Y digo descuido pues se me ha psado por alto qeu era quincena, y aquí es día de crobo de la amayoría de la gente asalariada, Bueno, resumiendo la gente -como en todas partes- se vuelve loca cuando cobra y, hala, se echa a la calle a gastar. Por lo menos cuando haces esos sube la autoestima, aunque luego siempre piensas: "No debería haberlo hecho".
Bueno ha sido un paseo callejero en el que he descubierto bellezas como la de la foto.

La mañana empezó tranquila, fuia ver Robin Hood, y lo único que merece la pena es la actuación de Cate Blanchet, el aspecto de Rusell Crowe y, un poco, la animación de los créditos finales. Sí voy a ver superproducciones por que los cines que he podido encontrar son multiplexes. No hay mucho que ver.

Por la tarde, acompañado de Georgina, fui al Hotel Nikko pues ibamos a tomar café y el sitio tiene un buffet de postres de esos de lujerío. Nos pusimos tibios de delicatessens de esas dulces. Luego me enteré que hay un montón de leyendas urbanas de este hotel, de las de encuentros de políticos, empresarios...vamos que en este sitio es donde está la pomada.

Ya por la noche fuimos a cenar un amigo y yo a una franquicia llamada "La Cantina de Toño", donde se come estupendamente (yo cené pozole de pollo) y no es nada caro. Ya luego fuimos de copas (primera vez en México) y probé el Absolut Mango, que está muy rico.

s.i.c.p.